Generación de empleos, con el mismo modelo de hace 20 años

Por: Alejandro Salmón Aguilera
www.ahoramismo.mx


El gobernador César Duarte Jáquez anunciará este miércoles que Chihuahua ha marcado un récord en generación de empleos durante los primeros dos meses del año, con 9,361 plazas de trabajo generadas entre enero y febrero. Para ser exactos, su mejor marca de generación de empleos lo había establecido en los últimos 12 meses, lapso en el cual se han creado 40 mil 973 plazas netas de trabajo.


Todo un récord: 766,315 trabajadores formales inscritos ante el IMSS, de los cuales el 85 por ciento son permanentes. Es la sexta cifra más alta de trabajadores,  rubro en el que Chihuahua es superado únicamente por estados que tienen una mayor densidad de población.


Buenas cifras, que seguramente mejorarán en los meses por venir, cuando inicie la construcción y después la operación de la planta cervecera de Heineken en Meoqui, o la ampliación de la planta Ford en Chihuahua.


Hasta ahí todo bien. El gobernador tiene razones para salir a darle buenas noticias a una población que ha escuchado a lo largo de estos meses que el peso se devalúa, que la economía no crece y que la inflación tiene un índice estacional superior a lo esperado.


El dato que “agua” la fiesta es el de los salarios. En efecto, Chihuahua ha generado muchos empleos, pero de bajo perfil.


Ahí están las cifras para corroborarlo: 373 mil ganan entre uno y dos salarios mínimos, y sólo 25,395 percibe más de 10 salarios mínimos, lo que podría pasar como un sueldo alto.


¿Por qué tanto empleo pero tan mal pagado? Dirigentes de organismos empresariales y especialistas en la materia coinciden más o menos en el mismo punto a la hora de explicar ese fenómeno. Chihuahua genera empleos sólo cuando crece la economía de Estados Unidos y más concretamente la industria automotriz de ese país. Es decir, que no son los inversores locales ni la creación de empresas de alta tecnología las que detonan el empleo, sino la ampliación de líneas de producción o la llegada de plantas manufactureras de ensamblaje, que tienen un bajísimo índice de integración con la economía local. Es decir, que le compran muy poco a los proveedores locales y, por lo tanto, dejan poco dinero en la plaza.


Así están las cosas y así estaban desde hace más de 30 años, cuando hizo “boom” la industria maquiladora.


Muchos empleos pero pocos sueldos. Acaso sea esa la razón por la que el Gobierno del Estado haya recaudado 2 mil 55, 067,101 millones de pesos por concepto de Impuesto Sobre Nóminas, casi la misma cantidad que se presupuestó a finales del 2013. Es decir, que la recaudación del impuesto que grava las nóminas no creció de manera sustancial aun cuando se crearon 39 mil empleos netos en el año.


Parte de la misión está cumplida: se generaron lugares para trabajar de manera formal y Juárez volvió a las épocas de pleno empleo.  Parece la década de los 90as, cuando la economía de Estados Unidos vivía momentos de jauja. Parecen, o son condiciones casi iguales:  20 años después, se genera el mismo tipo de empleo: abundante pero mal pagado.