Tiroteo en Meoqui, más que golpe, una cachetada al crimen

Por: Alejandro Salmón Aguilera
www.ahoramismo.mx


Si nos atentemos a la versión oficial de los hechos ocurridos en la sección de Lázaro Cárdenas, municipio de Meoqui, la tarde del viernes pasado es exacta, entonces tres grupos de delincuentes fuertemente armados lograron escapar de un grueso operativo montado por todas las corporaciones policiales y por efectivos del Ejército.


De ser así, están libres, en activo y, por lo tanto, el grupo criminal para el que trabajan está en operación.


Los sucesos ocurrieron de este modo, según la comunicación emitida por la Fiscalía General del Estado (FGE) en conferencia de prensa: había un operativo por aire y por tierra en la zona aledaña al municipio de Mequipo porque las autoridades recibieron denuncias de que operaba una red de trata de mujeres que obligaba a sus víctimas secuestradas a empacar droga y a permitir que se les fotografiara desnudas.


Fue así como un grupo de agentes—nunca nos dijeron cuántos—llegaron a una vivienda ubicada en la calle Francisco Saravia de la sección de Cárdenas y ahí se liaron a tiros con un sujeto que apenas se iba a bajar de una camioneta gris para ingresar a esa suerte de casa de seguridad.  Luego, en esa misma refriega, siempre como lo dice la FGE, llegaron tres grupos de personas armadas a bordo de un igual número de vehículos: una Expedición, color guinda, una Ford, Explorer color verde oscuro y un Nissan, Sentra modelo atrasado color guinda.


Desde esos vehículos se hicieron disparos contra los agentes—seguimos sin saber cuántos eran—y luego se fueron del lugar “a toda velocidad”, dice el comunicado.


En la conferencia celebrada este sábado para presentar a los tres detenidos: el que iba llegando a la casa de seguridad y dos más que se encontraban dentro y quienes, según la versión oficial, se rindieron pese a que estaban armados, no se hizo mención a que hubiesen aprehendido a alguno de los agresores que viajaban en los tres vehículos que se mencionaron después.


Si la descripción es tan real como la hicieron el Fiscal de la zona centro Sergio Almaraz y el Director de la policía estatal Pablo Rocha  en la conferencia de marras, se trata entonces de un grupo criminal con capacidad de movilización y mucho más numeroso que tres sujetos recién detenidos.


A juzgar por lo dicho por la propia autoridad, estaban en la búsqueda de una organización que secuestraba personas y traficaban  drogas. Entonces, se podía suponer que era uno de esos grupos que suelen tener armas de alto poder y mejores pertrechos que muchas policías municipales, sobre todo que las de los municipios aledaños.


Lo que llama la atención es que no se haya presentado como detenido a ninguno de los sicarios que dispararon desde las camionetas, pese al fuerte operativo de seguridad que se montó durante toda la tarde y parte de la noche a lo largo del tramo carretero que une a la ciudad de Meoqui con la capital del estado.


Es decir, una acción conjunta de Ejército y policías de los tres órdenes de gobierno, incluida la aportación del helicóptero “Halcón Negro” de la Policía Municipal, pudo dar con unos sujetos que huyeron en medio del desierto, desde un poblado como Lázaro Cárdenas que no está hundido en el fondo de una barranca o en medio de la escarpada sierra, sino a ras de carretera.


Que queden esos hechos como un botón de muestra para dejar en claro que la actividad criminal continúa con una actividad que, si bien no es tan estruendosa como en la primera década de este siglo, sí pone en peligro a la población y tiene la logística suficiente para huir de las policías, por numerosas que sean. Esto fue algo así como un manazo con puño abierto, una especie de cachetada al delito organizado.