Advierten impunidad militar en ejecución de civiles en Nuevo Laredo

México, 30 de mayo.- El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) señaló que a un año de la ejecución de dos civiles por parte de elementos del 16 Regimiento de Caballería Motorizado (RCM) que opera en esa ciudad fronteriza, la Procuraduría General de la República (PGR) no ha mostrado el menor interés por avanzar en la investigación del caso que implica, además, siembra de armas y droga y manipulación de la escena del crimen.

Aunque en la indagatoria de la Averiguación Previa AP/PGR/TAMPS/NL-III/2811/2015 han declarado cinco militares que formaban parte de la patrulla que disparó y mató a Diana Karina Calderón Bravo (21 años) y Ricardo Daniel Borrego Miguel (19 años), no se ha avanzado más en la investigación en la que los abogados de los jóvenes asesinados aseguran los militares abrieron fuego sin mediar agresión, sembraron armas y droga y amenazaron a los testigos con matarlos si decían algo de lo que había ocurrido.

Raymundo Ramos, presidente del CDHNL señaló lo anterior en un comunicado en el que recordó el doble asesinato cometido por militares del 16 RCM el 19 de mayo de 2015 cuando Diana Karina mane jaba un coche en el que le llevaba comida a su hermano menor de nombre Job, quien estaba con otros amigos debajo de un puente vehicular.

Con ella iba su amiga Alejandra, quien sobrevivió al ataque y habría sido amenazada de muerte por los militares luego de darse cuenta de que se habían equivocado de objetivo.

Declaraciones de vecinos que forman parte del expediente CNDH/2/2015/3768/Q, señalan que ninguno de los jóvenes estaba armado, que la unidad militar llegó de improviso disparando sobre el grupo de amigos y luego sobre el Pontiac que manejaba Diana, el cual fue alcanzado por una ráfaga sobre el costado del asiento del copiloto.

El CDHNL recuerda que cuando los militares llegaron disparando, los jóvenes corrieron en diferentes direcciones, incluso a Ricardo Daniel se le caía el pantalón corto que traía puesto porque no tenía cinto. En el parte oficial los soldados le pusieron una cartuchera y un rifle AR 15 junto a su cuerpo y lo acusaron de “civil agresor”.

Alejandra, quien iba con Diana en el vehículo, estaba angustiada; se había agachado bajo el tablero para protegerse de los disparos cuando uno de los militares abrió la puerta del carro; lo primero que dijo fue “La cagamos, son mujeres”, sin dejar de apuntar su arma hacia la jovencita.

El militar estuvo a punto de dispararle a Alejandra, pero unos vecinos le comenzaron a gritar que la dejara en paz, entonces el soldado le dijo que se fuera, advirtiéndole de no decir nada o en caso contrario, la buscaría para matarla, relata en su comunicado el comité.

El vehículo de Diana Karina también fue manipulado, señala el documento. Le pusieron otra arma larga calibre .223 entre ambos asientos y en la cajuela le colocaron dos paquetes con droga. Sin embargo, “no explican cómo la parte posterior de la carrocería presenta impactos de bala pero los paquetes con mariguana están intactos”, advierte el comité.

En su comunicado, el CDHNL añade que hasta el momento los militares involucrados no han explicado con exactitud quién les disparó, Job o Diana Karina, según la versión oficial. Una inspección de hechos evidenció que los militares están mintiendo.

Los integrantes del 16 RCM que han acudido ante el Ministerio Público para declarar solo como testigos, son el cabo de Caballería, Salvador Ballesteros Pereda, el cabo de Sanidad, Jorge Omar Zamora Villanueva, los soldados Efraín Muñoz Zúñiga y Ricardo López Balderas, así como el soldado de Transmisiones, Raúl Morales García.

En tanto, la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) inició una averiguación previa a través del Agente del Ministerio Público adscrito a la Guarnición Militar de Nuevo Laredo, con el número AP/GN/LAREDO/26/2015, por la “agresión con armas de fuego que fueron objeto personal militar y la unidad 0916317”.

El 16 Regimiento de Caballería Motorizado es comandado desde 2013 por el Coronel de Caballería Carlos Espinoza Alvízar, quien llegó a Nuevo Laredo procedente de Puebla en donde dicho regimiento tenía su sede.

A finales de 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dispuso una reubicación de unidades militares y en lo que fue una suerte de enroque, ordenó que el 1° Regimiento de Caballería Motorizado que operaba en la Guarnición de Nuevo Laredo (8ª Zona Militar, bajo el mando del General Dagoberto Espinosa Rodríguez) se trasladara a Atlixco, Puebla, y que el 16 Regimiento de Caballería Motorizado que estaba en esa ciudad se moviera a la Guarnición de Nuevo Laredo.

Otras víctimas de ejecuciones extrajudiciales cometidas por militares son:

Israel Ayala Ramírez, 31 marzo 2009.
Miguel Ángel Gama Habif, 31 marzo 2009.
Aaron Rojas de la Fuente, 31 de marzo de 2009.
Niño Bryan Almanza Salazar, 3 abril 2010.
Niño Martin Almanza Salazar, 3 abril 2010.
Juan Antonio Pedraza Castillo, 15 junio 2010.
José Manuel Esqueda Nieto, 27 diciembre 2011.
Raúl Eduardo Romero Vedia, 19 agosto 2012.
Alfredo Ruiz Rojas, 18 marzo 2013.
Rubén Gámez Valdez, 27 m2013.
Jesús Alberto Castro Quintero, 17 octubre 2014.

Jorge Medellín

@JorgeMedellin95

Estado Mayor MX